viernes, 10 de septiembre de 2010

Retratos para un 11 de setiembre

10 de setiembre de 2010 (175)

11 de setiembre: los invitamos a ingresar a una galería imaginaria de fotos de maestros. Algunos cuadros se verán borrosos porque pertenecen a otro tiempo y geografía. Otros son bien nuestros y contemporáneos. La muestra no pretende ser completa o rigurosa. Seguramente faltarán imágenes. Algunas se están revelando. Es que no hay un único modo de ser maestro. Esta sucesión de retratos, casi antojadizos, con sus analogías o comparaciones, tratará de aproximarnos a una pregunta esencial: ¿qué significa ser maestro?

Foto 1: El maestro como partero
“Ayuda a dar a luz” creando las condiciones para que venga la vida. No trae la vida desde afuera. La saca desde las entrañas del otro. Como Sócrates. La educación pensada como una construcción del que se educa. El maestro extrayendo lo valioso que habita en nuestro interior, asistiendo, ayudando, acompañando siempre desde afuera. Él mismo, cuando llega el momento, planifica su propia extinción, consciente de que esas otras vidas nunca le pertenecieron del todo.

Foto 2: El maestro apóstol: sembrador o pastor
Ahí está la semilla para que germine. Educar es cultivo, labranza. La cosecha como horizonte para recoger frutos.
Ahora aparece un rebaño buscando protección, orientación. A lo lejos se ve a la oveja descarriada o perdida. En la imagen no se ve al lobo, pero todos sabemos que siempre el lobo está.
Este collage puede significar un gran desenfoque: las personas no somos ni semillas ni rebaños. Nuestra libertad rompe con esa lógica estática que torna al mundo previsible. Además el maestro puede quedar reducido a un mero guardián de la moral. Maestro como salvador, como apóstol altruista en un mundo irreal…

Foto 3: El maestro artesano o escultor
Aquí el maestro talla, da forma, esculpe, quita lo que sobra para que quede sólo su esencia.”Este chico es de buena madera”, parece decir, “aquel no”: “Lo que natura no da Salamanca non presta”. Dudoso su martillo y su espátula.

Foto 4: El maestro faro o brújula
Este maestro guía, orienta, es un punto de referencia, una flecha, un camino a seguir. Como timonel que vislumbra los peligros, abre rutas, a veces a la aventura, otras al tedio.

Foto 5: El maestro anfitrión que ofrece un banquete
La mesa está puesta. Enseñar es como dar de comer, ofrecer un menú variado que respete los ritmos y apetitos de los invitados. Buen provecho. Si gusta…

Foto 6: El maestro como actor
“El mundo entero es un escenario, decía Shakespeare, y todo hombre y mujer simples actores. Cada quien con sus salidas y sus entradas, cada quien a su tiempo en muchos papeles.”
Arriba el telón. Sale el maestro a escena: su palabra, sus gestos, su cuerpo… Del drama a la comedia. ¿Y los alumnos? ¿Espectadores expuestos al riesgo de quedar atrapados por los accesorios del espectáculo y el vano narcisismo de quien solo busca aplausos?

7-El maestro como ladrón del fuego
Prometeo había arrebatado el fuego a los dioses. Desde entonces el hombre fue Dios y Dios descansó. Chispa, sol, es el fuego liberador que el maestro trae, como democratización del saber, como ruptura de hegemonías. Bueno es recordar aquí el final de Prometeo.

8-El maestro como puente
El maestro aparece aquí como mediador, poniendo en contacto realidades distantes o extrañas; un facilitador, un instrumento para la comunicación, un canal. Es la foto del maestro como negociador de heterogeneidades. Inquietante foto ésta.

9-El maestro ese guardián de la tradición
En este retrato el maestro luce como custodio de esos valores proclamados como esenciales por la comunidad. Su tarea será conservar, mantener vivo aquello que fácilmente olvidamos. Un juego peligroso que lo deja a las puertas de ser el carcelero de la tradición.

10-El maestro como oráculo
Este maestro no busca respuestas sino preguntas. Al modo del oráculo ofrece pistas, leves sugerencias; nunca soluciones, ni respuestas armadas o prefabricadas. Prefiere afirmar la duda, haciendo complejo aquello que parecía simple.

Una última foto colectiva nos interpela… allí hay cientos, miles de maestros. Algunos aunque aparecen fuera de foco se los intuye presentes. Sus miradas parecen preguntarnos cómo salimos de esa trampa cotidiana de una escuela que demanda máximos esfuerzos con recursos cada vez más limitados. Algunos parecen ausentes, otros, proyectados hacia un futuro. Se ven rostros queridos que hablan de una escuela generadora de cambios, respetuosa de los derechos de nuestros pibes. Trabajadores de la Educación exigiendo mejores condiciones para enseñar y aprender, desandando fragmentaciones y desigualdades. Luchan para que la Educación sea Política de Estado.
La galería está incompleta. Faltan fotos. Hay marcos vacíos, más de 600, la de los maestros argentinos detenidos, desaparecidos. No los olvidamos, pero no están. Tampoco están Francisco Isauro Arancibia, Teresa Rodriguez, Carlos Fuentealba… Su ausencia nos sigue hablando de la esperanza como pasión por lo posible, de la necesidad de habitar los propios sueños y caminar hacia ese lugar al que aún no hemos llegado, y alcanzar a ser lo que nunca fuimos.
Salgamos de la muestra.

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